Piqué, tres semanas K. O.

Cuando Piqué abandonó precipitadamente la Ciudad Deportiva rumbo a la Clínica Quirón, su inseparable felicidad le había abandonado. Renqueante, con el apoyo físico del doctor Villanueva, se dirigió a su automóvil con una mirada poblada de preocupación y con la rodilla izquierda en estado desconocido.

Se temió por una lesión de severa gravedad. Pero, afortunadamente, tras las pruebas médicas efectuadas, todo quedó en un susto, aunque Piqué deberá permanecer alejado de los terrenos de juego unas tres semanas. La resonancia magnética que se le practicó al defensa catalán al mediodía desveló que sufre un esguince de grado uno del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. La dimensión de la dolencia es la menor en la escala de torsiones de una articulación, aunque al estar localizada en una zona de especial delicadeza y que requiere un reestablecimiento absoluto obliga a extremar las precauciones.

Si los plazos de recuperación se cumplen y la rodilla evoluciona en sentido positivo, Piqué regresaría al equipo para la penúltima jornada, contra el Real Madrid. De este modo, el catalán se perderá los enfrentamientos frente a Valencia, Athletic y Sevilla, previo al parón liguero de principios de junio debido a los compromisos de la selección española. Esta pausa de la competición permitirá afinar la rehabilitación que hoy mismo se prevé que reinicie Piqué en la sala de masajes de la Ciudad Deportiva.

El origen de la lesión se ubicó en un ejercicio con balón programado por Víctor. En un lance de la actividad, la rodilla izquierda de Piqué realizó un movimiento inquietante sobre el césped y el catalán se tendió sobre la hierba. Tras un intento por reincorporarse al ejercicio, el joven defensa del Real Zaragoza desistió y Víctor reclamó la presencia inmediata de Jesús Villanueva, jefe de los servicios médicos del club, para una primera exploración.

En el mismo césped del campo de entrenamiento, Jerónimo Roldán, uno de los fisioterapeutas del cuerpo técnico, evaluó la articulación dañada y examinó el alcance de la lesión con diversas flexiones de la rodilla correspondidas por Piqué con notorios gestos de dolor.

Rápidamente, el futbolista se recluyó en el vestuario, donde continuaron las observaciones y pruebas de evaluación antes de acordar el traslado inmediato de Piqué al centro médico para realizarle diversas pruebas.

La celeridad con la que se tomó la decisión y la desazón del rostro de Piqué elevaron la alarma, aunque el diagnóstico posterior se encargó de dejar el percance en un susto inoportuno.

Con la ausencia del defensa catalán, que evidentemente no acudirá a la citación de la selección española sub 21 para realizar unos entrenamientos la próxima semana en Las Rozas, Víctor Fernández se queda sin reemplazos para la posición de central de cara al crucial duelo del próximo domingo contra el Valencia. Con Piqué lesionado y Diogo sancionado, el teórico cuarto central de la plantilla, Chus Herrero ocupará el lateral derecho desde la partida. Cualquier imprevisto con los marcadores titulares, Sergio Fernández o Gaby Milito, obligaría a reubicar a Chus y apostar en el lateral por Celades, Zapater o el canterano Óscar Valero.

Jerónimo Roldán, uno de los fisioterapeutas del club, asiste a Gerard Piqué tras lesionarse